Emeute à Cartagena après la mort d’une femme – juin 2010
Disturbios en el barrio Olaya Herrera de Cartagena por muerte de mujer en la puerta de una clínica
eltiempo.com
25 06 2010
La mujer no fue atendida por los médicos a tiempo.
Como Viviana Carillo Liñán, de 43 años, fue identificada la mujer que murió en la entrada del puesto de salud del barrio Olaya Herrera, al suroriente de la ciudad, después de haber tenido varias convulsiones.
Según testigos de lo ocurrido, la mujer llegó al centro asistencial con afecciones respiratorias, pero a esa hora no había ningún médico que la atendiera.
Una vez ocurrido el deceso de la mujer, los vecinos del sector se aglomeraron en los alrededores del puesto de salud y más tarde bloquearon la avenida Pedro Romero, exigiendo una explicación a lo ocurrido.
Justamente cuando se inició la protesta, la alcaldesa de la ciudad, Judith Pinedo, se disponía a reunirse con la comunidad para evaluar el proceso que se inició hace dos meses en el que se unificó la atención para los regimenes subsidiados y contributivos.
El bloqueo en la avenida Pedro Romero duró aproximadamente tres horas.
Para la alcaldesa Pinedo, la situación crítica de los centros asistenciales en Cartagena se agudizado desde que la Superintendencia de Salud intervino la ESE Cartagena de Indias, lo que a su juicio a impedido que se contrate el número de médicos necesarios.
Según los habitantes del barrio, el puesto de salud permanece desde hace más de un año cerrado, ya que por dificultades financieras y administrativas no ha sido posible la contratación de personal médico.
« No contratan médicos y los pocos que hay no les pagan a tiempo, por eso muchos no tienen ni cómo trasladarse hacia los hospitales », señaló.
Pinedo hizo un llamado a la Superintendencia de Salud para que lo más pronto posible brinde soluciones a esta problemática.
Para este viernes, en horas de la mañana, habrá una reunión con la Superintendencia y los voceros de la comunidad para evaluar la situación.
Murió en la puerta de una políclinica, esperando médico
elheraldo.com.co
25 06 2010
Por Elvis Martínez Bermúdez
Cartagena.
La vida de Viviana Carrillo Liñán se terminó a los 43 años en la puerta de la Policlínica del barrio Olaya Herrera a las 7:30 de la mañana de ayer. La mujer no encontró quien le abriera las puertas del centro asistencial, ni mucho menos un médico de urgencias que la atendiera.
“Murió sentada sobre una silla de ruedas que le prestaron pues el celador dijo que no había médicos en la clínica. A la señora la trajimos en un taxi desde Olaya Herrera, sector El Progreso, en el Callejón Salas. Venía convulsionado y ahogándose. Nunca recibió ayuda”, comentó rompiendo en llanto, Juana Gómez, vecina del sector.
Asimismo, Herminia Ortiz, presidenta de la Junta de Acción Comunal (JAC), del barrio Olaya Herrera, sector Central, lugar donde se encuentra la Policlínica, afirmó que lamentablemente la muerte de Carrillo Liñán o de cualquiera que hubiera llegado de gravedad a buscar atención, “estaba cantada”.
“Desde el pasado 8 de marzo se firmaron unos compromisos entre la comunidad y las autoridades para restablecer los servicios de la Policlínica, pero hasta la fecha eso no ha sucedido. La consecuencia: una pobre mujer muerta por falta de atención. No es justo que los servicios los tengamos en otro centro de salud lejos de nuestro barrio”, dio a conocer Ortiz.
Frente al caso, la alcaldesa de Cartagena, Judith Pinedo Flórez, se manifestó indignada por la muerte de Carrillo Liñán y dijo que esta dolorosa situación es un ejemplo más de la poca efectividad que ha tenido la intervención de la ESE Cartagena de Indias por parte de la Superintendencia Nacional de Salud.
Recordó que se le presentó una propuesta a la Superintendencia para la reorganización de la entidad.
A investigar
La alcaldesa Judith Pinedo se hizo presente en el sitio e indicó a la comunidad que se procederá a investigar, aunque los médicos no hayan sido oportunamente pagados, tienen una obligación que cumplir.
“…pero -siguió-, también hay que entender a una persona que lleva cuatro meses de trabajo sin tener para desplazarse a su lugar de trabajo”.










